Buenos Aires, Argentina — Inyectada, con los brazos por encima de la cabeza y los ojos cerrados. Así es como introducen a Lola Fiskel, de 81 años de edad, en una máquina de aspecto futurista de la Fundación Centro Diagnóstico Nuclear de Buenos Aires. Gracias a máquinas como esta, que utilizan la radiación para observar el interior del cuerpo humano, los doctores han podido diagnosticar la afección cardíaca de la Sra. Fiskel en una etapa suficientemente temprana para poder tratarla.
En la Argentina, como en el resto del mundo, las enfermedades cardíacas son la primera causa de muerte prematura. No obstante, si se diagnostican en una etapa suficientemente temprana mediante la medicina nuclear, es posible tratar a los pacientes y salvarlos. El OIEA ayuda a centros como este a prestar a sus pacientes servicios de medicina nuclear de gran calidad proporcionándoles equipo de apoyo, conocimientos especializados y capacitación.